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馬總統致詞稿 (西班牙文版)

  • 發布單位:本部
  • 資料來源:公眾外交協調會

 Discurso del presidente Ma Ying-jeou en la Ceremonia de Inauguración

de la Exhibición Especial del 60º Aniversario de la Entrada en Vigor del
Tratado de Paz entre la República de China y Japón

5 de agosto de 2012


Rai Hau-min, presidente del Yuan Judicial; Tseng Yung-chuan, secretario general de la Presidencia; Hu Wei-jen, secretario general del Consejo Nacional de Seguridad; Timothy C. T. Yang, ministro de Relaciones Exteriores; Lu Fang-shang, presidente de la Academia Histórica; Ministros del Gabinete; líderes de las comunidades académicas y empresariales; señores embajadores; estimados colegas; distinguidos huéspedes; damas y caballeros: ¡Buenos días!

Hoy se celebra el 60º Aniversario de la Entrada en Vigor del Tratado de Paz entre la República de China y Japón. El Ministerio de Relaciones Exteriores y la Academia Histórica han escogido específicamente la Casa de Huéspedes de Taipei como sitio para este seminario y exhibición especial, que conmemoran un evento de significado histórico y moderno, ya que fue aquí donde se firmó el tratado. Me siento honrado de haber sido invitado para asistir a esta ceremonia de inauguración.

I. Del Tratado de Shimonoseki al Tratado de Paz entre la República de China y Japón

La dinastía Qing se vio forzada a ceder territorio y pagar una indemización tras sufrir una aplastante derrota en la Primera Guerra Sino-Japonesa en 1894. De acuerdo con el subsecuente Tratado de Shimonoseki de 1895, la dinastía Qing cedió la Península de Liaodong, Taiwan y las Islas Pescadores (Penghu) a Japón. El 9 de diciembre de 1941, tras cuatro años de la solitaria Guerra de Resistencia de la República de China contra Japón, el Gobierno de la República de China declaró formalmente la guerra contra Japón y proclamó todos los tratados, acuerdos y contratos entre China y Japón, incluyendo el Tratado de Shimonoseki, nulos y sin efectos.

El 1º de diciembre de 1943, los líderes de China, Estados Unidos y el Reino Unido emitieron conjuntamente la Declaración de El Cairo, exigiendo lo siguiente: “...todos los territorios que Japón ha robado de China, tales como Manchuria, Formosa y las Pescadores (Penghu), deben ser reintegrados a la República de China”. El Artículo Ocho de la Proclamación de Postdam del 26 de julio de 1945, declara: “Los términos de la Declaración de El Cairo deben ser cumplidos...”. El 14 de agosto, el Emperador japonés anunció la aceptación de la Proclamación de Postdam y la rendición incondicional de Japón. El 2 de septiembre, representantes de Japón abordaron el USS Missouri (BB-63) para firmar el Instrumento de Rendición y aceptaron explícitamente la Proclamación de Postdam. Esos tres documentos incluyen promesas específicas hechas por los líderes de los países involucrados en la II Guerra Mundial, y son todos tratados o acuerdos con fuerza legal que confirman que a Japón se le exigió devolver Manchuria, Taiwan y las Pescadores a la República de China. Más aún, la Declaración de El Cairo, la Proclamación de Postdam y el Instrumento de Rendición han sido incluidos por Estados Unidos en los Tratados y otros Acuerdos Internacionales de Estados Unidos, 1776-1949; mientras que el Instrumento de la Rendición Japonesa también fue incluido en el Compendio de Estatutos de Estados Unidos y en la Serie de Tratados de las Naciones Unidas.

El Tratado de Paz entre la República de China y Japón es, en efecto, una extensión del Tratado de San Francisco. Si bien ninguno de los dos lados del Estrecho de Taiwan fue invitado a la firma del Tratado de San Francisco el 8 de septiembre de 1951, el Artículo 26 de ese tratado estipula que los países involucrados en la guerra deben firmar un tratado separado con Japón para resolver los problemas territoriales. Siete horas y media antes que el Tratado de San Francisco entrase oficialmente en vigor el 28 de abril de 1952, el ministro de Relaciones Exteriores de la República de China, George K. C. Yeh, y el representante plenipotenciario de Japón, Isao Kawada, ex ministro de Finanzas, firmaron el Tratado de Paz entre la República de China y Japón, así como el Intercambio de Notas No.1, en nombre de sus respectivos gobiernos. El tratado entró en vigor el 5 de agosto, este mismo día hace 60 años.

II. El Tratado de Paz entre la República de China y Japón reafirma el hecho de que Taiwan fue retornada a la República de China

Después que las Potencias Aliadas aceptaran la rendición de Japón el 2 de septiembre de 1945, el Ejército Expedicionario de Japón en China se rindió ante el Gobierno de la República de China el 9 de septiembre en Nanking. Posteriormente, el 25 de octubre, la República de China asumió oficialmente el control de Taiwan y reasumió la soberanía sobre la isla. Por ejemplo, el Gobierno restauró el estatus de Taiwan como provincia, decretó que la nacionalidad china fuese reinstaurada para los residentes de Taiwan y Penghu, estableció un gobierno provincial, y subsecuentemente, realizó elecciones legislativas. En aquel tiempo, no hubo ni una sola protesta presentada por gobierno extranjero alguno.

Los cuatro artículos primarios del tratado fueron como sigue: Primero, se declaró oficialmente terminado el estado de guerra entre la República de China y Japón (Artículo Uno); segundo, Japón renunció a todo derecho, título y reclamo sobre Taiwan (Formosa) y Penghu (Pescadores), así como a las Islas Spratly y las Islas Paracelso (Artículo Dos); tercero, todos los tratados y acuerdos concluidos antes del 9 de diciembre de 1941 (incluyendo el Tratado de Shimonoseki), quedaron nulos y sin efectos; y cuarto, todos los habitantes y anteriores habitantes de Taiwan (Formosa) y Penghu (Pescadores) fueron aceptados como ciudadanos de la República de China (Artículo Diez). Adicionalmente, el Intercambio de Notas No.1 declara que los términos del tratado serán aplicables a todos los territorios, tanto actualmente como en el futuro, bajo el control del Gobierno de la República de China. De hecho, las principales disposiciones del tratado fueron puestas en práctica siguiendo a la retrocesión de Taiwan en 1945, y el tratado ha servido desde entonces como un documento legal bajo el Derecho Internacional. Más aún, en los años cincuenta y sesenta, las cortes japonesas, basándose en este tratado, determinaron que la soberanía de Taiwan pertenece a la República de China.

La Declaración de El Cairo, la Declaración de Postdam, el Instrumento de Rendición de Japón, el Tratado de Paz entre la República de China y Japón y su Intercambio de Notas No. 1, han confirmado todos que Taiwan fue reintegrada a la República de China. Como tales, las Islas Diaoyutai, un archipiélago que fue parte de Taiwan antes de la II Guerra Mundial, naturalmente debió haber sido reintegrado a la República de China junto con Taiwan después de la guerra. Tras el establecimiento de lazos diplomáticos de Japón con China continental en septiembre de 1972, el gobierno japonés anunció unilateralmente que el Tratado de Paz entre la República de China y Japón quedaba nulo y sin efecto. Sin embargo, esta acción no debe afectar al tratado de ninguna manera. Esto se debe al hecho de que, según el artículo 70 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, el cese de un tratado bajo sus provisiones o de acuerdo a la actual Convención, no afecta a ningún derecho, obligación o estatus legal de las partes creados a través de la ejecución del tratado antes de su terminación. La República de China retomó su soberanía sobre Taiwan y las Islas Pescadores (Penghu) en 1945, y el estatus legal de estas dos islas como una parte integral de la República de China nunca ha sido alterado desde entonces.


III. Tratado de paz entre Japón y la República de China: significado histórico y moderno

La entrada en vigor del Tratado de Paz entre la República de China y Japón confirmó que Taiwan pertenece a la República de China y fortaleció el estatus de la República de China en el ámbito internacional. Este es el significado histórico del tratado. Su significado moderno yace en el hecho de que la República de China pudo reanudar relaciones diplomáticas normales con Japón.

Cuando tomé posesión de la Presidencia en 2008, definí la relación entre la República de China y Japón como una asociación especial, y 2009 fue designado como el año para impulsar esta asociación especial. En los últimos cuatro años, hemos logrado un importante progreso en nuestras relaciones bilaterales. Ejemplos de ello son el aumento en los intercambios juveniles, el establecimiento de una oficina de la República de China en Sapporo y la firma de acuerdos de inversiones y aviación. Además, la Dieta de Japón ha enmendado y promulgado leyes que han beneficiado a los compatriotas taiwaneses de ultramar que residen en Japón y ha eliminado los obstáculos para la exhibición de obras de arte de nuestro Museo Nacional del Palacio en Japón. Tras un devastador terremoto que azotó el noreste de Japón en 2011, Taiwan apoyó generosamente las labores de ayuda, donando más que cualquier otro país en el mundo. Nuestros dos países también anunciaron la Iniciativa de Amistad Taiwan-Japón. De hecho, las relaciones entre Taiwan y Japón se encuentran ahora en su punto más alto de los últimos 40 años. Japón ya es el segundo socio comercial de Taiwan, y si nuestros países pueden firmar un acuerdo de cooperación económica, fortaleceremos aún más nuestras relaciones comerciales y de inversiones.

IV. Iniciativa de Paz en el Mar de China Oriental

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, han seguido desencadenándose disputas de soberanía entre los países del Noreste Asiático sobre una serie de territorios, las cuales tienen el potencial para afectar la estabilidad de la región. Además de las Islas Diaoyutai, existen disputas sobre las Islas Kuriles del Sur –conocidas también como Minami Chishima– entre Rusia y Japón; al igual que sobre Takeshima –conocida también como Tokto– entre Japón y Corea del Sur. Entre todas, las crecientes tensiones sobre las Islas Diaoyutai son de particular preocupación.

Damas y caballeros, ya sea visto desde el punto de vista de la perspectiva histórica, geográfica, geológica, del uso práctico o del Derecho Internacional, las Diaoyutai son un grupo de islas de Taiwan bajo la jurisdicción administrativa de la Villa Daxi en el poblado Toucheng del condado de Yilan, en Taiwán, y por lo tanto son una parte inherente del territorio soberano de la República de China. En concordancia con los reglamentos de la Carta de las Naciones Unidas relativos a la resolución de disputas internacionales por medios pacíficos, la República de China ha declarado consistentemente que el asunto de las Diaoyutai debe ser manejado de acuerdo con los principios de “salvaguardar la soberanía, aplazar indefinidamente las disputas, buscar la paz y el beneficio mutuo, así como promover la exploración y el desarrollo conjuntos”. Considerando el potencial de conflicto en el Mar de China Oriental, propongo solemnemente la Iniciativa de Paz en el Mar de China Oriental, haciendo un llamamiento a todas las partes involucradas para:

1. Abstenerse de tomar cualesquiera acciones antagonistas.
2. Aplazar las controversias y no abandonar el diálogo.
3. Cumplir con el Derecho Internacional y resolver las disputas a través de medios pacíficos.
4. Buscar el consenso por un código de conducta en el Mar de China Oriental.
5. Establecer un mecanismo para la cooperación en la exploración y el desarrollo de los recursos en el Mar de China Oriental.

Damas y caballeros, me interesé por primera vez en el asunto de la soberanía sobre las Diaoyutai siendo apenas un estudiante universitario, cuando participé activamente en un movimiento para defender las islas. Mi posición ha permanecido invariable desde entonces. En el día de hoy hace sesenta años, en este mismo lugar, la República de China y Japón oficialmente dieron por concluida una guerra extremadamente cruel que duró ocho años y tuvo como resultado la muerte o graves daños para 25 millones de personas, la mayoría de ellos soldados y ciudadanos de la República de China. En los últimos 60 años, los países del Noreste Asiático han disfrutado de un rápido desarrollo económico y se han convertido en un modelo para otros países en todo el mundo. Honestamente, no deseamos ver nunca que una catástrofe como ésta ocurra de nuevo en la región. Al proponer la Iniciativa de Paz en el Mar de China Oriental, esperamos que todas las partes concernientes se sientan animadas a considerar cuidadosamente la gravedad de las potenciales consecuencias de las disputas territoriales en el Noreste Asiático. Esperamos que todas las partes concernientes prometan resolver estas disputas a través de medios pacíficos, para que se pueda mantener la paz en el Mar de China Oriental.


Damas y caballeros, la soberanía nacional no puede ser dividida. Sin embargo, los recursos naturales pueden ser compartidos. Sinceramente esperamos que, por medio de esta iniciativa, todas las partes concernientes puedan aplazar sus disputas y aunar esfuerzos para cooperar en la exploración y el desarrollo de recursos en el Mar de China Oriental. Esta cooperación puede también extenderse a una gama de otras áreas, tales como proteger el entorno marino, llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate y combatir la delincuencia, entre otros. Asimismo, esperamos que esta iniciativa dé más relevancia a este asunto, tanto nacional como internacionalmente, de modo tal que todas las partes concernientes puedan colaborar para hacer del Mar de China Oriental un mar de “paz y cooperación”.

Espero que al comprender tanto el significado histórico como moderno del tratado de paz con Japón, podamos llegar a entender claramente cómo Taiwan y la República de China están inextricablemente unidos, apreciemos esta tierra y su pueblo aún más, y nos percatemos de cuán importante es resolver la disputa de Diaoyutai de forma pacífica. Por último, deseo todo el éxito a esta exhibición y seminario. Muchas gracias.